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Marcos Ruiz Salvador es un policía nacional con una destacada trayectoria internacional en la formación de personal especializado en la lucha contra la falsedad documental. A lo largo de su carrera, ha trabajado en colaboración con importantes organizaciones internacionales como la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Su trabajo le ha permitido compartir las mejores prácticas en gestión fronteriza y control documental en diversos contextos y con instituciones de distintas partes del mundo.

Recientemente, impartió una formación técnica presencial en Lima, Perú, centrada en mejorar la coordinación operativa entre la Superintendencia Nacional de Migraciones y la Policía Nacional del Perú, con el objetivo de combatir la falsificación de documentos en las fronteras. Esta formación permite, entre otras cosas, multiplicar el positivo impacto que ya está teniendo la  Red Atenas, ampliando su alcance y consolidando las capacidades nacionales en materia de seguridad, control documental y regulación de flujos migratorios en el país.

¿Podrías compartir un caso en el que la detección de documentos falsos haya sido crucial para evitar un crimen transnacional o un riesgo de seguridad?

   Hay que ser conscientes de la importancia de este tipo delictivo, porque siempre va unido a otros delitos, en ocasiones muy graves.  El caso por excelencia,  que no solo cambió la normativa aérea sino que cambió el mundo tal y como lo conocemos, es el 11 de septiembre de 2001 con 2996 muertos y más de 25000 heridos. La documentación con la que los terroristas accedieron a EEUU resultó ser documentación falsa. Imaginemos por un minuto qué hubiera pasado si se hubiera detectado esa falsedad antes de los atentados. En España tenemos un caso similar, el 11 de marzo de 2004, que se cobró la vida de 192 personas y con casi dos mil heridos. Este atentado fue el hecho determinante que acabó motivando mi decisión de unirme a la Policía Nacional. El vehículo que transportaba los explosivos a Madrid fue controlado por un indicativo de seguridad en Burgos. De haber podido realizar una adecuada detección de documentos, habría sido posible su detención por falsedad documental.

En cuanto a casos personales, de los que he formado parte de manera activa, podría comentar varios de ellos, teniendo en cuenta que solo en lo que llevamos de 2024 hay ya 38 personas detectadas por Red Atenas Madrid con alerta roja de Interpol. Pondría como ejemplo la localización y detención de un miembro de un clan mafioso italiano escondido más de 25 años en Lanzarote, donde se había afincado e incluso contaba con varios negocios de restauración a su nombre, todo ello con documentación falsa. Esta persona llegó a fugarse de prisión y simular su muerte hasta que fue detenido gracias a la Red Atenas.

¿Consideras que hay diferencias significativas en los desafíos que enfrentan las fronteras latinoamericanas comparado con las europeas en cuanto a la detección de documentos falsos? ¿Cuáles son?

   La principal diferencia, desde mi punto de vista, radica en que los países latinoamericanos reciben una gran avalancha migratoria cuyo destino final, en ocasiones, son los EEUU mientras que en Europa los migrantes tratan de acceder para establecerse aquí, no usando el continente como paso hacia otro destino. Además, afrontan un problema de formación en la detección de documentos falsos (cosa que sucede también en Europa, pero de manera menos marcada) y una ausencia de mecanismos de comunicación ágiles entre los países. Bajo mi opinión, en un mundo en constante movimiento donde la tecnología permite unas habilidades de comunicación y adaptación casi en tiempo real a las mafias deberíamos estar en contacto directo utilizando todos los recursos disponibles de manera inmediata.

¿Cuál es tu valoración del funcionamiento del Punto Atenas Perú?

   Es una alegría inmensa ver que el formato que ayudé a crear junto con mis compañeros de la Policía Nacional en España ha sido importado a un país hermano como es Perú. Están haciendo un gran trabajo, desde la cabeza de Migraciones con Armando hasta las últimas incorporaciones del Punto Atenas, pasando por todos los mandos intermedios. Formándose y tratando de dar visibilidad al Punto Atenas y echándole muchas ganas. Las consultas y los resultados crecerán de manera exponencial en cuanto las unidades de primera línea tengan una formación mínima y conozcan la existencia del servicio.

¿Te llevas algo de la formación que no supieras antes? Teniendo en cuenta que había otros formadores del mismo campo y también personas que trabajan en primera y segunda línea.

   Mi especialidad es la falsedad documental y el reconocimiento facial, en la exposición pude atender a temas diversos relacionados con la migración de los que no soy experto, por lo que fue una muy grata oportunidad de ampliar conocimiento.

¿Qué papel juega la cooperación internacional en la lucha contra la falsificación de documentos en fronteras como las de América Latina?

   Crucial, como ya he dicho debemos fomentar un cruce de información y una cooperación entre estados eficaz y rápida, de lo contrario estamos abocados al fracaso. El intercambio de experiencias y conocimientos son vitales para ser una barrera efectiva contra las mafias.

¿Cuáles dirías que son los principales beneficios de este tipo de capacitaciones a largo plazo para los países latinoamericanos?

   La formación de instructores es básica para que el conocimiento y que las habilidades sean transmitidas y crezcan de manera exponencial. Si impartes una clase a 20 personas, formas a expertos, estos expertos formarán a su vez a otros 20 expertos, de esta manera conseguimos un crecimiento exponencial y los resultados se harán evidentes de igual manera. La implantación de oficinas como las de la Red Atenas va a permitir este hecho. Formar a primeras líneas, formar expertos y trabajar con medios telemáticos para ayudar a las distintas unidades garantiza a medio largo plazo un aumento en la seguridad migratoria de todos.